Disfruten el capítulo y hasta la siguiente ocación.
Las Preocupaciones de Tilea (Tilea no Nayamigoto Isekai Jashin Tensei Kitan) es una obra de Rina Shito y mi única participación es la traducción no oficial de la misma al español.
Capítulo 40: ¿El Equipo de subyugación de Gargan, dices? (Desarrollo)
Cuando regresé al restaurante, tuve que
alertar a Timu y al resto sobre lo que escuché antes. No podría soportar que
alguno fuera atacado por un lobo mágico mientras juegan alegremente.
—Timu, necesitamos hablar contigo sobre
algo…
—Onee-sama,
yo también necesito hablar contigo sobre un asunto urgente.
—Oh, qué coincidencia. Pero, ¿podrías
escucharme primero?
—Claro.
—La verdad es que, aparentemente la
cercana villa de Zalgie fue atacada por una bestia mágica.
—Yo también quiero hablar sobre eso. Fue
mi error. A causa del la Armada del Rey Demonio, la presencia de Gargan fue
notada y los rumores comenzaron a esparcirse por el pueblo vecino.
¿Um, Gargan? ¿Y la Armada del Rey
Demonio?
Pero yo estoy hablando de una jauría de
lobos mágicos, no de un cachorrito.
Para empezar, ¡¿qué rayos es eso de que
es culpa de la Armada del Rey Demonio?!
Observé la cara de Timu, quien mantenía
su usual seriedad. No pareciera que intentara meterse conmigo.
Ya veo… Así que es su chuuni hablando de nuevo. Quizá podría
terminar con el tema de tajo, pero el Chuunibyo
requiere paciencia para tratarlo. No debo ignorarla. En este caso lo mejor es
escucharla hasta el final.
—Timu, Gargan es un cachorrito, no es
así? Por lo que no creo que esté relacionado con este tema, ¿no crees?
—Hmm, tal vez Gargan parezca un cachorro
a tu lado, Onee-sama, pero él es un dragón negro totalmente desarrollado, ¿te
das cuenta? De hecho para la insignificante chusma, yo creo que Gargan es más
una calamidad capaz de destrozar cielo y tierra.
Mm, esto no va a ningún lado. ¿Un dragón
negro, dices? Y entonces estamos manteniendo a dos de ellos como mascotas. Eso
si es increíble. Bien podríamos convertirlos en la propaganda del restaurante.
Rayos, tal vez podría incluso comenzar a preparar platillos a base de dragón.
—¿Y sobre esto de que es culpa de la
Armada del Rey Demonio?
Honestamente, ya me di por vencida
intentando continuar con esta discusión, pero aun así pregunté por si acaso.
—Para mantener oculto a Gargan, he estado
utilizando a bandidos de montaña y asaltantes de caminos para alimentarlo.
Después de todo, si tocáramos a cualquier aldeano, esta nación se pondría en
alerta.
—Bueno, eso es cierto. La Fuerza de
Seguridad Pública vendría corriendo. Y si se escucharan demasiadas historia
extrañas, una aterradora chica de la Fuerza de Seguridad Pública vendría
corriendo a dar unas buenas nalgadas a alguien, ¿no?
Intenté, sutilmente, advertir a Timu
sobre su lenguaje chuuniesco, pero Timu pareció no importarle. De hecho, parece
que ni siquiera se dio cuenta de que hablaba de ella.
La conversación continuó así, sin que
ella se diese cuenta. Simplemente continuó y continuó hablando acerca de los
movimientos de la Armada del Rey Demonio, o de las actividades de la
organización, o de la invasión a otro países.
Y en conclusión…
Gargan era alimentado con bandidos a
manera de alimento para mascotas. La paz y seguridad de Beruga estaban
garantizadas. Y después, mientras más bandidos eran utilizados como alimento,
más y más cabezas de exploradores de la Armada del Rey Demonio comenzaron a aparecer.
Dichos exploradores estaban utilizando bestias mágicas para atacar y devorar a
los habitantes de la villa Zalgie. Fue entonces que Gargan apareció. Los
exploradores salieron huyendo. Y fue entonces que alguien notó a Gargan justo
después de que la villa fue destruida.
—Ya veo… Gargan si que lo tiene difícil.
Y a final de cuentas es una falsa acusación, ¿no?
—¡Así es! Por el bien de la dominación
mundial de la Armada del Dios Maligno, he mantenido a Gargan con prudencia,
pero todo fue en vano. De haber sabido que esto pasaría, talvez hubiese sido
mejor simplemente dejarlo ser desde el principio.
Entiendo, entiendo, Timu, pero antes de
eso dime cuando vas a recuperarte del Chuunibyo.
A este ritmo, quien sabe cuando serás capaz de hacer amigos de tu edad.
—La ira de Camilla-sama está justificada.
Debemos dejar caer una apropiada venganza sobre la detestable armada del Rey
Demonio.
Sin perder contra Timu, el chuuny del pervertido (Nielsen) hizo su
entrada a toda velocidad.
Hah! ¿También tengo que pensar en ti?
Rayos, me está dando una jaqueca. Honestamente, ¡por favor denme un descanso de
tanto comentario chuuniesco!
Mejor pasemos al tema principal, este no
es momento de tantas sandeces.
—Timu, dejemos el tema de la Armada del
Rey Demonio para después. El verdadero problema es la alerta acerca de las
bestias mágicas. Cuando salgas a jugar, mantente lejos de la villa Zalgie.
—Onee-sama,
por supuesto que estoy consciente acerca de eso. No puedo permitir que nuestra
presencia quede aun más expuesta. Y también les transmitiré el mensaje a los
miembros de la guardia familiar.
—Ya… veo. Bueno, mientras no se acerquen,
supongo que todo estará bien.
Parece que por fin puedo relajarme un
poco. Timu y los otros estaban jugando en una zona muy peligrosa, lo que me preocupaba.
Ahora sólo necesitamos que el equipo de subyugación se encargue de la jauría y
entonces todo estará finiquitado.
¡Momento! No es tan simple como eso…
Todo es culpa de la jauría de lobos
mágicos. Pero Gargan está siendo cuidado en libertad, por lo que podría estar
dañando las granjas de otros. Así que no sería extraño que el equipo de
subyugación se deshiciera de él también. Tengo que hacer algo al respecto.
—Por cierto, un equipo de subyugación
será despachado por el gremio, así que ¿qué han pensado hacer acerca de Gargan?
—Eso sería un problema, ¿no es así?
—meditó Timu.
—Así es, hm —aceptó el pervertido
(Nielsen).
Estoy segura de que esos tipos cazarán
cualquier bestia mágica que se les cruce. ¿Pero serían indulgentes con un
cachorro? Aunque Gargan sea nuestra mascota, está siendo criado como un animal
sin hogar.
En mi vida previa, allá en el relajado
Japón, los perro callejeros eran llevados a un centro de cuidado, pero en este
mundo no hay razón para perdonarles la vida.
¿Debería tratar de hablar con el equipo
de subyugación, sólo por hacer el intento?
Aunque es muy probable que ellos me digan
«Nada de eso, si le perdonamos la vida a uno, terminaremos perdonándole la vida
a todos. ¡La orden es exterminar a todas las bestias mágicas!».
No hay nada que hacer. Supongo que
podríamos cobijar a Gargan en el restaurante…
No, eso no podría funcionar. Tenemos el
orgullo de un gran restaurante. Aun si es sólo por unos días, no podemos
arriesgarnos a tener problemas de higiene. Me siento mal por Timu, pero supongo
que tendremos que regresar a Gargan a la vida salvaje en algún lugar lejano.
—Timu, me apena decirlo, pero comienza a
parecer que tendremos que dejar ir a Gargan.
—¡¿EH?! ¡Ga-Gargan es como mi otra mitad,
con quien he libré incontables batallas durante la Gran Guerra! P-pe-pero si Onee…sama… así lo desea…Y-yo… entonces…
yo… —Timu dijo eso con el corazón roto.
¡Esto no es bueno! ¡Timu esta
deprimiéndose!
—¡¡AAHH!! ¡Lo siento! ¡Estaba bromeando!
Gargan es tu precioso amigo, ¿verdad? Así que no haremos nada de eso en
absoluto.
—No, es-esta bien. Onee-sama es la
verdaderamente importante para mi. No hay nadie más importante que tú. Si me lo
ordenas, entonces yo… mataré a mi otro mitad.
—E-esta bien, te digo. No tienes que
hacer nada como eso. Definitivamente no te haré hacer algo que te entristesca,
Timu.
—¡¡Onee-sama!!
¡Few! Parece que de alguna manera logré
controlar las cosas. Parece que Timu realmente se ha apegado a Gargan como
mascota. Y parece que no podremos dejarlo a su suerte ahora.
—En ese caso, ¿no sería mejor reunir
nuestras fuerzas y jugar todas nuestras cartas en una invasión total,
Tilea-sama? —el pervertido (Nielsen) sugirió entusiasmado el entrar en guerra,
o traduciéndolo a lenguaje de personas normales preguntó «¿Por qué nos quejamos
con el equipo de subyugación?».
Realmente es fácil decirlo, ¿no?
Aunque es sólo acerca de un cachorrito,
es probable que sea un verdadero reto el lograr convencer a los miembros del
gremio.
—Onee-sama,
la sugerencia de Neilsen tiene sus méritos. Actualmente, la Armada del Rey
Demonio está en declive. Por lo que creo que este es el mejor momento para
lanzar una invasión a gran escala sobre el mundo humano.
Hm, ¿qué debería hacer?
El equipo de subyugación seguramente
constará de especialistas en cacería de bestias mágicas. Apuesto que será un
grupo con algunas peculiaridades aquí y allá, pero eso no significa que vayan a
ser un ruidoso y desorganizado grupo sólo por ser aventureros. Talvez hablar
con ellos es realmente nuestra mejor opción.
—Bien… Tal vez podríamos intentar
negociar con ellos primero.
—Mi señora, ¿puedo tomar eso como un
“Negociemos primero y si eso falla, lancemos un ataque duro y directo”?
¿«Si las negociaciones fallan, comencemos
una guerra» dices…?
¿Si el equipo de subyugación no nos hace
caso piensas golpearlos?
Esto es malo, a este ritmo si no vemos un
«ojo por ojo», el pervertido (Nielsen) podría terminar arrestado.
Lo se. Por el momento dejaré a este
idiota fuera de esto. Es obvio que si llevo a este tipo, todo terminará cayendo
en una espiral sin control.
—Claro… Vayamos con eso entonces.
—¡Entendido! Por favor déjeme su defensa
a mi.
—No, tú protegerás nuestra base, Niel.
Llevaré a Myuu como mi guardaespaldas esta vez.
—¿Mühen, dice?
—Así es. ¿Algún problema?
—…N-no. Entonces, deberé transmitir su
orden a él.
—Te lo encargo.
Desde nuestro pequeño show de espadas el otro
día, la popularidad de Myuu ha ido en asenso. Y esta vez vamos a hablar con los
miembros del Gremio de Aventureros después de todo. Obviamente necesitamos a
alguien capaz de comportarse como un adulto, ¿no?
Además, Myuu es el miembro más fuerde del
grupo. Y aunque sólo vayamos a ir a hablar, ¿quién sabe lo que podría suceder?
No estaría relajada si no llevo a un buen espadachín para cubrirme la espalda.
Muchas gracias por el capítulo, cuando será el próximo?
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